martes, 14 de octubre de 2008

Origen y significado del día de muertos

Origen y significado del día de muertos



Dos de las celebraciones populares más importantes en nuestro país son las de todos los santos y fíeles difuntos, siendo producto de dos tradiciones culturales: la hispana y la indígena. Ambas coinciden con el fin de ciclo agrícola de muchos productos, entre ellos el maíz de temporal y la calabaza.
El día de muertos es el tiempo en que las almas de los parientes fallecidos regresan a la casa a convivir con sus familiares vivos.
El calendario católico marca el día lo. de noviembre como dedicada a todos los santos, y el día 2 a los fíeles difuntos, pero la tradición popular da otras fechas en que se celebra; el 28 de octubre como día de los muertos o matados en accidentes; el día 30 para las personas que murieron sin ser bautizadas, el lo. de noviembre a los niños que murieron sin ser bautizados y el día 2 a los muertos adultos.
Las festividades de todos los santos y fíeles difuntos consisten en una serie de prácticas y rituales entre los que destacan la recepción y despedida de las ánimas, la colocación de ofrendas o altares de muertos, el arreglo de las tumbas, la velación en los cementerios y la celebración de los oficios religiosos.
A las ánimas se les recibe con rezos, quema de copal o inciensos, repique de campanas, con palabras dirigidas al familiar y en ocasiones con música de violín y guitarra. Sus tumbas deben estar limpias y adornadas, señalándoseles el cambio camino con pétalos de cempasúchil o con velas encendidas que se colocan desde la entrada de la casa. En algunos pueblos se va ai panteón con música de banda.
Se le atribuye al Fraile Francisco Sebastián de Aparicio en 1563 el logro de esta mezcla de costumbres de nuestros indígenas con las cristianas de los españoles que nos conquistaron, en pocas palabras, lo que hacen los sacerdotes es cristianizar las costumbres de los indígenas .
EL VIAJE A LA TIERRA
Se efectúa en forma muy bien organizada: El señor del reino de los muertos primero concede permiso a los pequeños difuntos (lo. de noviembre) y el día 2o. suena el caracol en un rincón de Mictlan anunciando a los difuntos que pueden iniciar el viaje a la tierra. Los que tienen menos de cuarenta días de haber muerto no bajarán porque no tienen permiso, sino hasta el año siguiente.
EL RITUAL
La persona más anciana de la casa llama a los difuntos familiares para que entren a la casa, los recibe con un discurso de bienvenida mostrándoles el camino mediante un sendero hecho de pétalos de flor de cempasúchil que va desde la entrada de la casa a la ofrenda y que indica que la mesa esta lista. Los parientes cantan a coro
un rosario o letanía y hacen la invitación a los parientes desaparecidos para que asistan al banquete, posteriormente salen de la casa, cierran la puerta y esperan a fuera; aquí se supone que los difuntos, en forma de pequeños insectos como las moscas y las abejas se reúnen para disfrutar de la ofrenda y son ellos los que inician el banquete. Por último y después de haber pasado un tiempo prudente, se abren las puertas y todos disfrutan del banquete, el cual según unos está más sabroso porque los muertos dejaron la sal y el azúcar del otro mundo; otros dicen que están insípidos o sin olor porque tales propiedades, se las llevaron los difuntos, hay que recordar que los muertitos solo se alimentan del aroma de los alimentos.
Post relacionado: Significado de los elementos del altar de muertos